El método Lean Six Sigma, clave en la mejora de procesos de tu empresa
No siempre es fácil identificar aquellas áreas de mejora que
nos permitan conseguir todos nuestros objetivos, pero cuando se trata de
nosotros mismos o de nuestro ámbito profesional, resulta especialmente difícil
encontrar tiempo para reflexionar y poder encontrar las mejoras oportunas. Es
por ello que se hace muy necesario dar un paso más y hacerse una pregunta que a
priori puede ser difícil de contestar: ¿Qué estamos haciendo mal en nuestra
empresa que es claramente mejorable? La metodología Six Sigma nos ayudará en
este propósito.
La metodología Six Sigma es un proceso para la mejora
continua que busca eliminar los errores y asegurar que todos los procesos que
se desarrollan en una organización sean lo más efectivos posible. No se trata
de una simple herramienta para la calidad, aunque esté muy ligada a ella, sino
que pretende llevar a cabo una mejora global, desde la organización en sí
misma, hasta sus clientes, pasando por sus procesos y sus productos o
servicios.
Como se puede comprobar, con esta metodología se pretende no
solo mejorar el nivel de calidad de la empresa, sino también mejorar la empresa
en sí misma en todos sus aspectos. Es una metodología que se basa en el
análisis de procesos, en la mejora de los mismos para mejorar la eficacia y eficiencia
de las empresas.
Este proceso se basa en una serie de actividades que se
pueden llevar a cabo de forma independiente, pero que se deben realizar en
conjunto para poder obtener los mejores resultados posibles. Las actividades a
realizar son las siguientes:
Análisis estadístico de los procesos.
Se trata de realizar un análisis detallado de todos los procesos de la empresa, para poder conocer sus diferentes características. Esto nos permitirá saber de dónde provienen los problemas, cómo se realiza un proceso y cómo se pueden mejorar los resultados. Se procede pues con la Identificación , Definición de las áreas de mejora y Medición de los parámetros que definen el status actual
Análisis
Una vez tenemos en nuestras manos toda la información
necesaria, es el momento de ponerla en práctica y empezar a analizar y mejorar
los procesos. Tenemos que conocer sus características, sus puntos fuertes y sus
puntos débiles, para así poder identificar en qué nos podemos concentrar para
conseguir una mejora.
Implementación de las mejoras.
Una vez que sabemos qué es lo que tenemos que mejorar y
cómo, debemos ponerlo en práctica. Para ello, debemos establecer un plan de
mejora, ver si es posible y planificar todas las acciones necesarias para
conseguir con éxito nuestros objetivos.
Control
Una vez que hemos realizado una mejora en algún proceso, es
necesario que se vaya evaluando hasta conseguir los mejores resultados
posibles. No es necesario que todos los procesos sean perfectos, pero hay que
ir mejorando las cosas poco a poco y conseguir una mejora en la organización
como un todo. Para ello, se pueden hacer estudios de valoración de la calidad
de los procesos, estudios de satisfacción del cliente, estudios de fiabilidad
de los procesos, entre otros.
Implementar esta metodología no tiene un coste demasiado elevado, aunque hay que tener en cuenta que a menudo se realizan algunos estudios de investigación que pueden ser costosos, aunque no es necesario hacerlos siempre. Además, no es necesario realizar una auditoría de calidad, sino que basta con realizar una matriz de procesos para conocer la situación actual y compararla con la situación anterior con la que se hizo el análisis de los procesos..
Fuente: El método Lean Six Sigma, clave en la mejora de procesos de tu empresa - Izertis
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